Cómo cuidar tu mate como se cuida una historia
“Un buen mate no se hereda: se construye, se cura y se respeta. Porque no es solo madera o calabaza. Es tiempo compartido.”
🌿 El mate no es una herramienta: es un compañero
Hay cosas que usamos, y cosas con las que compartimos vida. El mate es de las segundas.
Está ahí en los silencios, en las charlas largas, en los domingos, en los arranques difíciles y en las buenas noticias.
Por eso, cuidarlo no es un detalle. Es parte del ritual.
Sea de calabaza, de madera, de acero o de cerámica, un mate bien cuidado dura años y se vuelve parte de uno. Pero si lo descuidás, se rompe, se humedece, se infesta, se amarga… y se va.
Acá te comparto los cuidados esenciales para que tu mate dure toda la vida (o al menos lo que dura una buena historia).
🔥 1. Curalo con respeto
Si tu mate es de calabaza o madera, el primer paso es curarlo.
No hay secretos: se llena de yerba usada, se humedece con agua caliente (no hirviendo), y se deja reposar 24 a 48 horas.
Así se sella su interior, se adapta y se prepara para recibir el sabor.
Si salta una grieta, no es culpa del mate: es culpa de la impaciencia.
💧 2. Lavalo, pero no lo satures
Terminaste de cebar. ¿Y ahora?
No lo dejes con yerba vieja. No lo pongas bajo el chorro hirviendo.
Sacá la yerba, enjuagalo con agua tibia y secalo. Si es de calabaza, incliná bien para que no quede agua en el fondo.
🌬️ 3. Que se airee siempre
Uno de los errores más comunes: cerrarlo o guardarlo húmedo.
Nunca tapes el mate al terminar. Dejalo boca abajo, en un lugar aireado.
La humedad es su enemiga.
El moho es traición.
🛢️ 4. Usá aceite si es de madera
¿Mate de madera? Cada tanto, unas gotas de aceite vegetal o mineral comestible frotadas por dentro ayudan a mantener la fibra sellada y sin rajaduras.
Como el cuchillo, el mate también necesita un poco de cariño aceitado.
🧽 5. Nada de jabón
Nunca, jamás, uses detergente.
Ni aunque esté muy sucio.
El mate absorbe. Y si absorbió jabón, ya no hay vuelta atrás.
☕ Bonus: el mate de acero o cerámica también se cuida
Aunque no necesiten curado, los mates modernos también requieren atención:
- No los dejes con yerba mucho tiempo.
- No los calientes en microondas.
- Lavalos bien, pero secalos por dentro.
- Y sí: el cariño también se nota.
El mate no es un objeto: es un testigo.
De las palabras que dijiste. De las que no.
De los momentos que importan.
Cuidarlo es cuidar todo eso.
Y si todavía no encontraste un mate que te acompañe como se debe…
En Filo y Brasas creemos que el mate es fuego lento. Y estamos trabajando en piezas con alma.